El pan hecho en casa no tiene parangón: su textura, su olor son incomparables. Siempre que tengo ocasión, intento hacer pan en casa. No lleva casi nada de tiempo y es muy gratificante. Aquí os dejo una receta de pan rústico que se hace en un plis-plás y está delicioso.
- 400 gr de harina de fuerza
- 25 gr de mantequilla reblandecida
- una cucharadita de sal
- dos cucharadas colmadas de levadura fresca (desmigajada)
- agua templada
- una cucharadita de azúcar
Mezcla en un bol la mantequilla y la harina (con las manos, el pan siempre se hace en plan guarrete). Añade la sal, el azúcar y la levadura. Practica un agujero en el centro y añadir la suficiente agua como para formar una masa consistente. Vierte la masa en una superficie y amasa hasta formar una bola elástica. Es muy importante amasar bien y durante bastante tiempo (unos diez o quince minutos).
Deja levar la masa en un cuenco untado de aceite y tapado con un paño limpio. En una media hora o una hora estará listo.
Una vez haya levado, aplasta la bola sobre una placa de hornear forrada de papel de horno y enharinada. Deja levar de nuevo. Aprovecha para precalentar el horno a 220 grados.
Cuando haya terminado de levar, practica unas incisiones en diagonal y pinta la superficie con un huevo batido. Espolvorea un poco de harina por encima y mételo al horno durante 25 o 30 minutos o hasta que esté dorado y suene hueco al golpearlo con un cubierto.
Deja enfriar encima de una rejilla.