Cupcakes de helado de fresa con ganache de chocolate blanco

 cupcakes patri

La receta de hoy viene de la mano de nuestra artista invitada Patricia, repostera de altura y it-girl de Instagram (@patriciatedatiricia), entre otras cosas 🙂 Por el bien de la humanidad, animad a Patricia a abrirse un blog o a colaborar siempre en el mio.

Hace muy poquitos días la dueña y señora de este blog se puso en contacto conmigo para decirme que se había fijado en las recetas que llevo poco tiempo haciendo y discretamente he compartido con mis amistades a través de mis redes sociales como buena hipster. Sí, la cocina está de moda y yo también me he dejado llevar por el maravilloso mundo de los cupcakes.

Alex me sugirió la idea, que ya llevaba un tiempo rondando por mi cabeza, de hacerme un blog de cocina pero que no he hecho antes porque no considero que domine del todo la técnica. No es falsa modestia, esto es una ciencia de ensayo y error y aún me queda mucho muchísimo por aprender.

Empecé a cocinar como propósito de hacer algo nuevo en que invertir tanto tiempo libre y ante mi sorpresa, he descubierto que me gusta. Los más beneficiados de mi nuevo hobbie son mi madre y mi novio que todos los fines de semana tienen una nueva receta bien chocolateada. Eso es lo que me gusta de la repostería, los retos. Por eso cada semana me pongo uno nuevo y esta semana tocaba intentar hacer mis propios “Cupcakes de helado de fresa con ganache de chocolate blanco”. Una receta que me había pasado una buena amiga. Así pues, yo también como buena amiga con esta rica receta empiezo a colaborar con la excelente anfitriona de Alex y si gusta ya iré pasándole nuevas recetas.

Antes de empezar a contar lo que se necesita para hacerla me gustaría decir que siempre he desconfiado de la gente que sonríe demasiado. Siempre me ha parecido que tras esa excesiva exhibición de encías hay algo realmente obscuro y oculto bajo su personalidad. Sin embargo, tras hacer esta receta ya entiendo un poco el por qué Alma Obregón sonríe tanto. Simplemente es debido a que estas recetas son divertidísimas de hacer. Está demostrado, si el nombre te gusta hacerla aún más y ya no te digo, el comértela. Bueno, a la faena.

Estos son los ingredientes que necesitamos para hacer 12 cupcakes:

  • 115 g de margarina a temperatura ambiente (yo la dejo un día antes fuera de la nevera).
  • 220g de azúcar blanco.
  • 220g de harina de trigo.
  • 120ml de leche semidesnatada.
  • 2 huevos talla M.
  • 1 cucharadita y media de levadura química.
  • 4 cucharadas de Nesquik de Fresa (Sí, existe. Es la frase que más he repetido esta semana para buscarlo por los establecimientos de mi ciudad y sólo diré que el Hipercor tiene absolutamente de todo y no os podéis imaginar lo bueno que pueden estar los batidos de esto).

Ahora bien, la preparación seguiría estos pasos:

Precalentamos el horno a 180º (160º si es con ventilador).

Preparamos la bandeja o los moldes que tengamos con 12 cápsulas grandes.

Tamizamos la harina con la levadura química y la reservamos.

Añadimos a la leche las 4 cucharadas de nesquik removiéndolo bien y lo reservamos también.

Batimos la margarina con el azúcar hasta que esté bien integrada y la mezcla esté clara. Por eso es bueno, que la margarina esté a temperatura ambiente. Hace posible que se mezcle bien. Nunca meter la margarina al microondas porqué hacemos que sea más grasa.

Añadimos a esta mezcla los huevos, uno a uno, sin dejar de batir hasta que esté todo bien integrado.

A continuación, añadimos media mezcla de la harina con la levadura. Cuando esté más o menos homogénea la masa, añadimos la leche y finalmente, la otra media mezcla que nos quedaba. Siempre batiendo a velocidad baja y con paciencia.

Si queremos que tengan un color rosa más intenso y se vea con el bocado, podemos añadirle 1/3 de colorante en pasta rosa.

Repartimos la mezcla en las cápsulas, sin llenarlas más de 2/3.

Horneamos de 22 a 25 minutos, depende siempre de nuestro horno. El truco para saber si están o no es la de meter un palillo y sin sale limpio ya las tenemos.

Dejamos que se enfríen en el molde unos 5 minutos y después las pasamos a una rejilla para que terminen de enfriarse por completo.

Por otro lado, esto es lo que necesitamos para hacer el ganache de chocolate blanco:

  • 150g de nata para montar. Tiene que ser de un 35% de materia grasa (No seáis tontas como yo que me cogí de la ligera pensando “ay! Qué no engorde tanto” y cuando ya la tenía mezclada con el chocolate caí en la cuenta de que no se me iba a montar. Lo bueno, es que me terminé haciendo un flan de chocolate blanco y lo malo, es que de no querer engordar me he tirado todo el finde con postres).
  • 150g de chocolate blanco de fundir (el de Nestle es un trocito de cielo para nuestro paladar).

Para prepararlo, sería:

Troceamos el chocolate y lo reservamos.
Calentamos la nata a fuego lento y cuando salgan las primeras burbujas de ebullición lo apartamos y agregamos las onzas de chocolate mientras que lo vamos removiendo con una cuchara de palo hasta que esté bien derretido.
Dejamos que se enfríe a temperatura ambiente y cuando esté templado lo tapamos y lo metemos en la nevera.
Es totalmente aconsejable dejar esta mezcla un día entero en la nevera. Lo podemos hacer un día antes de los cupcakes. Si no tenemos tiempo, con unas 4 horas está bien pero para que se monte la nata tiene que estar realmente fría.
Metemos las varillas de la batidora y el recipiente donde vayamos a montar el ganache al congelador unos 20 a 30 minutos antes.
Montamos el ganache como si fuera nata. Con la batidora siempre con la misma velocidad y dirección hasta que esté bien alta. No hay que excederse que si no pierde consistencia.

En mi caso, podéis ver que la manga pastelera y yo no nos llevamos muy bien todavía. Las buttercream las domino más o menos pero cuando cambio a otro frosting peco de principiante. Era la primera vez que me atrevía con la nata así que intenté no pasarme mucho batiendo y se me quedo una consistencia un poco dura pero que al gusto era deliciosa. No me quedo otra que decorarlas con una cuchara de palo una a una haciendo ligeros círculos hasta que estuviera bien cubierta la parte de arriba. Para terminar, corté unas cuantas fresas y las añadí para darles el toque final.

Cuando las saqué para la merienda no espera tener tantos comensales. En un principio, las hice para una amiga que había bajado de visita express al pueblo y nos juntamos unos cuantos a la hora del té (cervezas para algunos) y fue un rotundo éxito. Me sacaron los colores varias veces diciéndome lo buenas que estaban y que no resultaban nada pesadas. Así pues, sólo me queda decir que espero que os guste y que es necesario probarlas

 

Panna Cotta de chocolate blanco con pistachos acompañada de salsa de mango y frambuesa

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No, no es el arroz a la cubana de tu madre. Y ya sé que se parece mucho. En realidad -atento- esto es Panna Cotta de chocolate blanco con pistachos acompañada de salsa de mango y frambuesa. ¿No te lo crees? Pues sigue leyendo.

Te preguntarás que de dónde ha salido semejante Panna Cotta. Pues bien, el otro día hicimos con los amigos una comida india. Como imaginé que después de cuatro o cinco platos especiados nadie querría un postre igualmente especiado, ideé un dulce que tuviera reminiscencias indias sin resultar cargante. Por eso elegí un postre más o menos conocidillo, la Panna Cotta con salsa de frutos rojos y la orientalicé un poco.

El resultado fue, a pesar del aspecto, sensacional. Como una coreografía bollywoodiense.

Ingredientes (para 10 personas)

Para la Panna Cotta:

  • Un litro de leche fresca entera
  • Seis tabletas de chocolate blanco (de 125 gr cada una)
  • Siete hojas de gelatina
  • Una cucharadita de esencia de vainilla
  • Dos puñados de pistachos pelados (no salados)

Para la salsa:

  • Un mango
  • Unos 200 gr de frambuesas (frescas o congeladas)
  • Azúcar

Diez flaneras pequeñas de metal

Preparación

En un cuenco grande echa las hojas de gelatina y cúbrelas con agua fría.

En un cazo grande calentamos la leche a fuego medio y vamos añadiendo el chocolate troceado. Ir removiendo con una cuchara de madera hasta que el chocolate se disuelva por completo. Lleva la mezcla casi hasta ebullición pero sin dejar que rompa a hervir, ya que esto alteraría el sabor de la leche. Apaga el fuego.

Coge con la mano las hojas de gelatina y apriétalas para escurrirlas. Mételas en el cazo con el resto de la mezcla y remueve hasta que se disuelvan. Vierte el contenido en las flaneras y echa en cada flanera un par de cucharaditas de pistachos troceados. Deja reposar al menos media hora antes de meterlas en la nevera. Protégelas de los malos olores cubriendo cada una con papel de aluminio y mételas en la nevera. Con cuatro o cinco horas ya estarán cuajadas, pero es mejor si reposan toda la noche.

El procedimiento para hacer la salsa de mango y frambuesa es como el de la mermelada. En otro cazo, echa el mango pelado y cortado a trocitos pequeños. Ponlo a fuego muy suave para que se vaya haciendo. Añade azúcar a voluntad (yo eché unas cinco cucharadas soperas) y las frambuesas. Mi recomendación es que no te pases demasiado con el azúcar porque no se trata de una mermelada sino de una salsa y se tiene que notar el sabor  ácido de los frutos rojos. Sigue removiendo a fuego lento hasta que se haya formado una papilla dulce pero no empalagosa (una media hora).

Desmolda las flaneras en un plato y echa la salsa templada por encima.