Banana bread tradicional

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En primer lugar, perdonad el horror de foto. No estaba inspirada y me salió este trozo corcho.

Ésta receta es una versión más clásica del Banana bread, más sencilla y no tan calórica como aquélla que hice de Banana bread al estilo de Mikel y –reconozcámoslo- no tan buena. Pero es una buena opción si quieres un dulce no demasiado empalagoso para acompañar tu té. El dulzor natural de los plátanos sustituye en gran medida al azúcar (solo hemos puesto 100 gr) y es muy nutritiva.

Ingredientes

  • 175 gr de harina
  • 50 gr de copos de avena
  • 100 gr de azúcar
  • 100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 sobre de levadura
  • 1 pellizco de sal
  • 100 gr de nueces troceadas
  • Un poco de nata montada
  • 3 plátanos muy maduros
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 2 huevos ligeramente batidos

 

Preparación

Precalienta el horno a 170 grados

Mezcla en un cuenco la mantequilla y el azúcar. Añade los huevos y la esencia de vainilla. En otro cuenco mezcla la harina, la sal, el azúcar y la  levadura. Junta ambas mezclas y remueve hasta que esté homogéneo. Aplasta los plátanos con un tenedor y échalos a la mezcla junto con las nueces. Vierte tres o cuatro cucharadas de nata montada (yo lo hice a ojo con un bote de spray de nata montada que tenía en casa) e intégrala con movimientos envolventes.

Prepara un molde rectangular con papel de horno y vierte la masa. Aplana la superficie con una espátula. Puedes decorar con almendra picada o azúcar. Cubre el molde con papel de aluminio porque de lo contrario se quemará la superficie. Hornea durante una hora y cuarto o hasta que al insertar un palillo en la masa, éste quede limpio al extraerlo. Quita el aluminio cuando queden unos treinta minutos para que finalice el horneado.

Saca del horno y deja enfriar sobre una rejilla.

 

Banana bread al estilo Mikel

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Lo admito. Inauguro este blog con una copiada. O un homenaje, como queda mejor decir. Se trata de mi interpretación del Pan de plátano Velvet Underground de mi adorado Comidista.

Por lo general adoro los panes de plátano, tan sabrosos y húmedos, con ese sabor tan a…¡ plátano! Pero este en concreto es maravilloso. La nata y el yogur le aportan una jugosidad increíbles, una textura deliciosa y en resumidas cuentas una experiencia que ningún otro pan de plátano me ha sabido dar.

He variado ligeramente la receta de Mikel, utilizando azúcar mascabado para la masa y yogur normal en lugar de griego. Lo primero lo hice porque queda más yummy todavía y lo segundo porque no tenía yogures griegos en casa. También he añadido un poco de jengibre, elemento bastante común en los panes de plátano anglosajones. Por último, he obviado el plátano rociado con miel que Mikel utiliza para decorar el pan: no dudo que esté exquisito, pero me pareció demasiado emplatanado. Quizás la próxima vez.

Ahí va la receta:

  • 250 gr de harina
  • Una cucharadita de bicarbonato
  • Una cucharadita de levadura
  • 200 ml de nata líquida
  • un yogur blanco
  • 1 limón
  • 2 huevos
  • 3 plátanos muy maduros
  • Un puñado generoso de almendras molidas o picadas
  • 1 cucharadita de canela
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 200 gr de azúcar mascabado
  • Un poco más de azúcar mascabado para decorar
  • 100 gr de mantequilla derretida.

Precalienta el horno a 180 grados y preparar dos moldes alargados con papel de horno.

Mezcla en un cuenco la nata, el yogur, el bicarbonato y el limón y dejar que repose cinco minutos. Añádele el resto de elementos «mojados»: la mantequilla, el azúcar y los huevos.

En un cuenco aparte, mezcla la harina, la levadura, las especias y juntar con la masa anterior. Aplasta los plátanos con un tenedor y agrégalos.

Reparte la masa en los dos moldes y mételos en el horno durante cincuenta minutos. Comprobar que está bien cocido clavando un palillo. Ya sabes, si sale limpio, es que lo has clavado.