Esta receta de helado es para celebrar el verano, la vida y todas las cosas buenas que nos pasan a diario, que son muchas aunque a veces no nos demos cuenta. Las cerezas son una fruta maravillosa, sabrosa, dulce y con un punto ácido, perfectas para la repostería; además traen buenas noticias, nos dicen que el verano ya está aquí. La intensidad del color del helado es una inyección de optimismo y es inevitable que nos traiga recuerdos de la infancia. ¿Quién no se ha pegado de pequeño grandes atracones de cerezas? Seguidos de un dolor de estómago de esos que hacían historia.
Si no tenéis deshuesador de cerezas os recomiendo que os compréis uno. Son muy baratos y facilitan la tarea de quitar el hueso un montón. Si no tenéis uno, no pasa nada, os armáis de santa paciencia y ya está.
Esta receta de helado de cerezas se puede hacer con o sin heladera. Yo esta vez lo he hecho sin heladera y me ha sorprendido que quedara tan bien.
Ingredientes
- ½ kg de cerezas deshuesadas
- 180 gr de azúcar
- 1 yogur griego
- 250 ml de nata para montar
Preparación
Colocamos las cerezas en un cazo y calentamos a fuego lento junto al azúcar durante unos quince minutos. Dejamos templar y trituramos hasta conseguir una textura más o mneos fina (dependiendo de si os gustan los tropezones o no). Mezclamos con el yogur.
En un cuenco echamos la nata y la montamos. Con cuidado mezclamos con el puré de cerezas. Echamos en un táper y metemos al congelador. Cuando empiece a cuajar (al cabo de una media hora o tres cuartos) removemos para que no cristalice. Repetimos la operación cada veinte minutos hasta que esté cuajado del todo el helado.
¿Quieres probar con otra receta de helado? Prueba con este helado de té matcha