Hoy tenemos una invitada especial, Mrs Filigree, que no es otra que mi querida cuñada Elena, que no solo es una máquina con el handmade sino que tiene una mano en la cocina que flipas. El día del Padre hizo esta maravilla. Estuvimos tres días relamiéndonos.
Cuando las cosas se hacen con amor suelen salir bien, y siguiendo esta premisa fue como me decidí a homenajear a los Papás del planeta, y en concreto a los de mi familia, con un clásico de la repostería inglesa, el típico pastel de zanahoria. Siguiendo mi libro de cabecera, el de recetas de la Pastelería Hummingbird, me aventuré a construir una tarta de tres pisos, lo que, en terminología propia de la construcción, podría ser el rascacielos de los pasteles. La delicada mezcla del bizcocho, a base de nueces, zanahoria, jengibre y canela, junto con el glaseado de queso crema le confiere un sabor y una textura suave, muy del gusto de todos aquellos que no somos excesivamente golosos. En consecuencia, el resultado suele ser un éxito seguro, que agradará tanto a los dulce- adictos como a los que pecamos de lo contrario.
He de decir que seguí a rajatabla la receta de Hummingbird, lo que significa hacer un pastel para unas 10/12 personas. Se puede hacer sólo de 2 pisos, quedará igual de bonito y sabroso, y tal vez así evitéis alimentaros varios días a base de pastel de zanahoria. En ese caso tendríais que usar 2/3 de las medidas que os pongo a continuación.
Ingredientes:
- 300 gr de azúcar moreno.
- 3 huevos.
- 300 ml de aceite de girasol.
- 300 gr de harina.
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico.
- 1 cucharadita de levadura en polvo.
- 1 cucharadita de canela molida, y un poco más para decorar.
- 1/2 cucharadita de jengibre molido.
- 1/2 cucharadita de sal.
- 1/4 de extracto de vainilla.
- 300 gr de zanahorias, ralladas.
- 100 gr de nueces sin cáscara y picadas, y algunas enteras para decorar.
Para el glaseado:
- 600 gr de azúcar glas.
- 100 gr de mantequilla, a temperatura ambiente.
- 250 gr de queso crema, frío.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 170º.
Batimos el azúcar, los huevos y el aceite. Añadimos poco a poco la harina, el bicarbonato, la canela, el jengibre, la sal, el extracto de vainilla y la levadura, y seguimos batiendo hasta que esté todo bien mezclado.
Mezclamos a mano esta preparación con las zanahorias ralladas y las nueces picadas hasta que esté todo bien repartido.
Vertimos la mezcla dividiéndola en los 3 moldes. Horneamos 20-25 minutos, o hasta que los bizcochos estén dorados y al presionarlos con un dedo vuelvan a su posición inicial. Los dejamos enfriar ligeramente en los moldes antes de colocarlos sobre una rejilla metálica.
Cuando estén completamente fríos, ponemos uno de los bizcochos sobre una fuente para pasteles y extendemos por encima un cuarto del glaseado de queso crema con un cuchillo paleta. Colocamos sobre éste otro bizcocho y extendemos otro cuarto del glaseado. Cubrimos con el último bizcocho y luego con el resto del glaseado, por la superficie y por los lados. Por último adornamos con las nueces y espolvoreamos canela molida.
Elaboración del glaseado:
Batimos el azúcar glas y la mantequilla a velocidad media baja hasta que estén bien mezclados. Añadimos el queso crema de una sola vez y lo batimos hasta que quede completamente incorporado. Continuamos batiendo hasta que el glaseado esté ligero y esponjoso, 5 minutos como mínimo, sin batir en exceso para que no quede demasiado líquido.