French toasts para un desayuno a tope

french toast

Menudo invento el de las tostadas francesas o French toasts. ¿Te sobra pan del día anterior? ¿El pan de molde empieza a parecer un bloque de hormigón? No problemo! Inventos como las french toasts, las torrijas o incluso el pan de calatrava nacieron con el único propósito de dotar al pan reseco de una nueva y gloriosa vida. Reciclar, reciclar y reciclar: ésa es la consigna. Sólo necesitas tener en casa lo que cualquiera debería tener siempre en casa (ejemmm), a saber: azúcar, huevos y leche, ingredientes básicos en cualquier postre reciclado. ¿Los tienes? Pues prepárate para disfrutar de un desayuno memorable.

 

Ingredientes

(para 6 tostadas)

  • 2 huevos ligeramente batidos
  • 1 taza de leche entera
  • ½ cucharadita de esencia de vainilla
  • ½ cucharadita de canela
  • 4 cucharadas de azúcar + un poco más para espolvorear
  • Mantequilla
  • 6 tostadas que estén empezando a secarse o 6 rebanadas de pan del día anterior

 

Preparación

En un cuenco mezclamos las 4 cucharadas de azúcar con la leche, los huevos y la esencia de vainilla. En una fuente disponemos el pan y vertemos la mezcla por encima, asegurándonos de que queda bien empapado. Mientras se empapa bien, ponemos a calentar una sartén con una cucharada de mantequilla. Cuando esté caliente, vamos echando las tostadas, con cuidado para que no se rompan. Doramos por ambos lados (nos llevará unos cinco minutos) y retiramos del fuego. Colocamos las tostadas sobre un plato con papel absorbente para retirar el exceso de grasa. Cuando estén tibias, espolvoreamos con un poco de azúcar y canela.

 

Helado de cerezas para celebrar el verano

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Esta receta de helado es para celebrar el verano, la vida y todas las cosas buenas que nos pasan a diario, que son muchas aunque a veces no nos demos cuenta. Las cerezas son una fruta maravillosa, sabrosa, dulce y con un punto ácido, perfectas para la repostería; además traen buenas noticias, nos dicen que el verano ya está aquí. La intensidad del color del helado es una inyección de optimismo y es inevitable que nos traiga recuerdos de la infancia. ¿Quién no se ha pegado de pequeño grandes atracones de cerezas? Seguidos de un dolor de estómago de esos que hacían historia.

Si no tenéis deshuesador de cerezas os recomiendo que os compréis uno. Son muy baratos y facilitan la tarea de quitar el hueso un montón. Si no tenéis uno, no pasa nada, os armáis de santa paciencia y ya está.

Esta receta de helado de cerezas se puede hacer con o sin heladera. Yo esta vez lo he hecho sin heladera y me ha sorprendido que quedara tan bien.

Ingredientes

  • ½ kg de cerezas deshuesadas
  • 180 gr de azúcar
  • 1 yogur griego
  • 250 ml de nata para montar

Preparación

Colocamos las cerezas en un cazo y calentamos a fuego lento junto al azúcar durante unos quince minutos. Dejamos templar y trituramos hasta conseguir una textura más o mneos fina (dependiendo de si os gustan los tropezones o no). Mezclamos con el yogur.

En un cuenco echamos la nata y la montamos. Con cuidado mezclamos con el puré de cerezas. Echamos en un táper y metemos al congelador. Cuando empiece a cuajar (al cabo de una media hora o tres cuartos) removemos para que no cristalice. Repetimos la operación cada veinte minutos hasta que esté cuajado del todo el helado.

¿Quieres probar con otra receta de helado? Prueba con este helado de té matcha

Banana bread tradicional

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En primer lugar, perdonad el horror de foto. No estaba inspirada y me salió este trozo corcho.

Ésta receta es una versión más clásica del Banana bread, más sencilla y no tan calórica como aquélla que hice de Banana bread al estilo de Mikel y –reconozcámoslo- no tan buena. Pero es una buena opción si quieres un dulce no demasiado empalagoso para acompañar tu té. El dulzor natural de los plátanos sustituye en gran medida al azúcar (solo hemos puesto 100 gr) y es muy nutritiva.

Ingredientes

  • 175 gr de harina
  • 50 gr de copos de avena
  • 100 gr de azúcar
  • 100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 sobre de levadura
  • 1 pellizco de sal
  • 100 gr de nueces troceadas
  • Un poco de nata montada
  • 3 plátanos muy maduros
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 2 huevos ligeramente batidos

 

Preparación

Precalienta el horno a 170 grados

Mezcla en un cuenco la mantequilla y el azúcar. Añade los huevos y la esencia de vainilla. En otro cuenco mezcla la harina, la sal, el azúcar y la  levadura. Junta ambas mezclas y remueve hasta que esté homogéneo. Aplasta los plátanos con un tenedor y échalos a la mezcla junto con las nueces. Vierte tres o cuatro cucharadas de nata montada (yo lo hice a ojo con un bote de spray de nata montada que tenía en casa) e intégrala con movimientos envolventes.

Prepara un molde rectangular con papel de horno y vierte la masa. Aplana la superficie con una espátula. Puedes decorar con almendra picada o azúcar. Cubre el molde con papel de aluminio porque de lo contrario se quemará la superficie. Hornea durante una hora y cuarto o hasta que al insertar un palillo en la masa, éste quede limpio al extraerlo. Quita el aluminio cuando queden unos treinta minutos para que finalice el horneado.

Saca del horno y deja enfriar sobre una rejilla.

 

Galletas de choco y nueces de Macadamia

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Fáciles de hacer y deliciosas. La delicadeza de las nueces de Macadamia le otorga un sabor especial y el chocolate le da un contrapunto más mundano, pero que nunca falla. Son ideales para una merienda o para acompañar el café en el desayuno.

Son aún más epatantes si troceas las nueces y el chocolate a mano. Yo lo hice con un robot de cocina y quedaron demasiado finas, no había contrastes de texturas y el sabor se aprecia de manera demasiado homogénea. Hazme caso: ganan el doble si coges un cuchillo y troceas ambos elementos.

Ingredientes

30 unidades

  • 250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 200 gr de azúcar moreno
  • 2 huevos
  • 400 gr de harina
  • ½ cucharadita de esencia de vainilla
  • ½ cucharadita de sal
  • ½ cucharadita de levadura en polvo
  • 100 gr de chocolate con leche picado
  • 100 gr de nueces de macadamia

Preparación

En un cuenco vertemos la mantequilla, la vainilla y el azúcar. Mezclamos hasta que blanquee y añadimos los huevos y seguimos removiendo. Ahora le toca el turno de los elementos secos: harina, levadura y sal. Removemos bien hasta que quede homogéneo y por último incorporamos las nueces de macadamia y el chocolate, removiendo también.

Dividimos la masa en dos y con cada montoncito hacemos un rulo de unos 3 cm de grosor. Lo envolvemos en papel film y refrigeramos dos horas.

Precalentamos el horno a 170 grados.

Forramos dos bandejas con papel de hornear. Sacamos los rulos de la nevera, retiramos el film y con un cuchillo afilado cortamos en discos. Los colocamos sobre el papel y horneamos durante 10 o 15 minutos, hasta que estén doradas.

Dejamos enfriar sobre una rejilla.

 

Cheesecake de Oreo

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Si te declaras fan incondicional de esta pequeña cookie americana, entonces te encantará este postre. Es como una galleta Oreo, pero gigantona. Base de Oreo, topping de Oreo y crujientes Oreo en el interior. Oreo, Oreo, Oreo. A mi no me matan las galletas en sí, pero me encantan cómo funcionan como base de tarta. Prueba de ello es esta Tarta de plátano y queso con base de Oreo que hice hace ya bastante tiempo y que me rechifla

Esta receta fue el postre de la cena que sorteé hace un par de semanas.  Por si os pica la curiosidad, de entrantes hice un bonito teriyaki con espárragos y unas empanadillas chinas a la plancha. De ninguno conservo material gráfico digno, por lo que no creo que haga un post al respecto. De plato fuerte me atreví con estos Vermicelli de berenjena y mango, un plato que aunque parece osado, siempre triunfa.

Ingredientes

  • 800 gr de queso crema
  • 200 ml de nata para montar
  • 100 ml de leche entera
  • 150 gr de azúcar
  • El zumo de ½ limón
  • 8 hojas de gelatina neutra
  • 50 galletas Oreo + unas 10 para decorar
  • 80 gr de mantequilla derretida

Un molde desmontable para tartas de unos 25 cm de diámetro

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Preparación

En un poco de agua fría, pon a remojo las hojas de gelatina para que se hidraten.

Con una trituradora machaca las cincuenta oreo. Reserva un poco. El resto mézclalo con la mantequilla hasta que parezca arenilla. Viértelo en la base del molde y aplástalo contra la base. Refrigera para que la base se endurezca.

Calienta la leche hasta que empiece a hervir. Justo en ese momento apaga el cazo, escurre bien las hojas de gelatina y mezcla con la leche hasta que se disuelva. Añade el azúcar, el limón y el queso crema, todo poco a poco, hasta que quede bien integrado.

Bate la nata hasta que esté bien montada y ve integrándola en la masa suavemente, con movimientos envolventes y con cuidado de no batir. Saca la base de la nevera y vierte la mitad de la masa por encima. Aplana con una espátula y echa por encima varias galletas. Vierte la otra mitad y vuelve a aplanar. Refrigera durante toda la noche. En el momento de servir, espolvorea la pequeña ración de oreo machacadas que habías reservado y desmolda la tarta.

Triple- chocolate-chunk muffins

muffins chocolate

Después de la orgía gustativa de la receta de magdalenas a los dos chocolates llega la bacanal sensorial de estos Muffins a los tres chocolates. Por si no fuera suficiente muerte por chocolate la primera receta, he añadido tres tipos de chocolate en forma de enormes tropezones a la masa. El resultado puede parecer algo tosco o poco refinado para los picos finos, eso de encontrarse trozacos de chocolate del tamaño de una muela del juicio, pero para los que pertenecemos a la secta de los adoradores del chocolate es un paraíso terrenal.

La receta la he sacado del libro Good Food. 201 perfect cakes and bakes, recetario salido de una de las revistas de cocina más vendidas de Reino Unido. Que estos ingleses de muffins saben un rato.

Ingredientes

  • 250 gr de harina
  • 30 gr de cacao en polvo
  • 2 cucharaditas de levadura
  • ½ de bicarbonato sódico
  • 85 gr de chocolate blanco y negro, ambos picados a tropezones
  • 100 gr de chocolate con leche, también picado
  • 2 huevos
  • 1 pellizco de sal
  • 284 ml de buttermilk (para hacerlo necesitarás limón y leche)
  • 85 gr de azúcar moreno
  • 85 gr de mantequilla derretida

Un molde para magdalenas

Cápsulas de papel rizado

 

Preparación

Comenzamos por preparar el buttermilk. Es muy sencillo (y aviso que es medio inventado). Vierte la cantidad indicada de leche (unos 280 ml) y añade dos cucharadas colmadas de zumo de limón. Remueve y deja reposar diez minutos.

Prepara la bandeja de magdalenas colocando las cápsulas.

Precalienta el horno a 200 grados

Mezcla los ingredientes húmedos en un cuenco: huevos, buttermilk, azúcar y mantequilla. Remueve hasta que espumee. En otro cuenco añade los ingredientes secos (el resto). ¿Lo tienes? Pues mezcla ingredientes secos y húmedos hasta que la masa esté homogénea (no te pases mezclando). Una vez lo tengas añade vierte la mezcla en cada una de las cápsulas hasta cubrir dos tercios.

Hornea durante veinte minutos o hasta que estén bien hinchados. Deja enfriar sobre una rejilla.

Tarta de zanahoria

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Hoy tenemos una invitada especial, Mrs Filigree, que no es otra que mi querida cuñada Elena, que no solo es una máquina con el handmade sino que tiene una mano en la cocina que flipas. El día del Padre hizo esta maravilla. Estuvimos tres días relamiéndonos.

Cuando las cosas se hacen con amor suelen salir bien, y siguiendo esta premisa fue como me decidí a homenajear a los Papás del planeta, y en concreto a los de mi familia, con un clásico de la repostería inglesa, el típico pastel de zanahoria. Siguiendo mi libro de cabecera, el de recetas de la Pastelería Hummingbird, me aventuré a construir una tarta de tres pisos, lo que, en terminología propia de la construcción, podría ser el rascacielos de los pasteles. La delicada mezcla del bizcocho, a base de nueces, zanahoria, jengibre y canela, junto con el glaseado de queso crema le confiere un sabor y una textura suave, muy del gusto de todos aquellos que no somos excesivamente golosos. En consecuencia, el resultado suele ser un éxito seguro, que agradará tanto a los dulce- adictos como a los que pecamos de lo contrario.

He de decir que seguí a rajatabla la receta de Hummingbird, lo que significa hacer un pastel para unas 10/12 personas. Se puede hacer sólo de 2 pisos, quedará igual de bonito y sabroso, y tal vez así evitéis alimentaros varios días a base de pastel de zanahoria. En ese caso tendríais que usar 2/3 de las medidas que os pongo a continuación.

 

Ingredientes:

  • 300 gr de azúcar moreno.
  • 3 huevos.
  • 300 ml de aceite de girasol.
  • 300 gr de harina.
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico.
  • 1 cucharadita de levadura en polvo.
  • 1 cucharadita de canela molida, y un poco más para decorar.
  • 1/2 cucharadita de jengibre molido.
  • 1/2 cucharadita de sal.
  • 1/4 de extracto de vainilla.
  • 300 gr de zanahorias, ralladas.
  • 100 gr de nueces sin cáscara y picadas, y algunas enteras para decorar.

Para el glaseado:

  • 600 gr de azúcar glas.
  • 100 gr de mantequilla, a temperatura ambiente.
  • 250 gr de queso crema, frío.

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Elaboración:

Precalentamos el horno a 170º.

Batimos el azúcar, los huevos y el aceite. Añadimos poco a poco la harina, el bicarbonato, la canela, el jengibre, la sal, el extracto de vainilla y la levadura, y seguimos batiendo hasta que esté todo bien mezclado.

Mezclamos a mano esta preparación con las zanahorias ralladas y las nueces picadas hasta que esté todo bien repartido.

Vertimos la mezcla dividiéndola en los 3 moldes. Horneamos 20-25 minutos, o hasta que los bizcochos estén dorados y al presionarlos con un dedo vuelvan a su posición inicial. Los dejamos enfriar ligeramente en los moldes antes de colocarlos sobre una rejilla metálica.

Cuando estén completamente fríos, ponemos uno de los bizcochos sobre una fuente para pasteles y extendemos por encima un cuarto del glaseado de queso crema con un cuchillo paleta. Colocamos sobre éste otro bizcocho y extendemos otro cuarto del glaseado. Cubrimos con el último bizcocho y luego con el resto del glaseado, por la superficie y por los lados. Por último adornamos con las nueces y espolvoreamos canela molida.

 

Elaboración del glaseado:

Batimos el azúcar glas y la mantequilla a velocidad media baja hasta que estén bien mezclados. Añadimos el queso crema de una sola vez y lo batimos hasta que quede completamente incorporado. Continuamos batiendo hasta que el glaseado esté ligero y esponjoso, 5 minutos como mínimo, sin batir en exceso para que no quede demasiado líquido.

Corazones de Nutella para San Valentín

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Para San Valentín, para después de comer, para el desayuno o para cuando sea. Estas galletas en forma de miocardio hechas con muuucha Nutella apetecen en cualquier momento. Las vi en Directo al paladar, uno de mis blogs de cocina de referencia y supe que tarde o temprano caería rendida antes estos bombeantes bocados chocolateados.

Como casi cualquier receta de galletas, se hace muy rápido: rápido de amasar, rápido de hornear. Nada de pringues ni esperas. Y cuando los metes al horno y a los cuatro minutos empiezan a desprender su aroma a caramelo, chocolate y avellanas… ohhhh, te dice a ti misma que podrías dedicarte a esto todo el día.

Yo los serví con un par de bolas de helado de ese pecado llamado Häagen Dazs, en concreto el de Macadamia Nut Brittle. Demasiado.

 

Ingredientes

Para unas 18-22 galletas

  • 270 gr de harina
  • 1 sobre de bicarbonato sódico
  • 200 gr de azúcar moreno
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 500 gr de Nutella
  • 2 huevos
  • 1 pizca de sal

Un cortapastas en forma de corazón

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Preparación

Precalienta el horno a 180 grados

En un cuenco bate los huevos, el azúcar y la vainilla. Añade la nutella y remueve con cuidado hasta conseguir una mezcla homogénea. Echa la harina, el bicarbonato y la sal y sigue removiendo. A mi me estaba costando un poco y al final opté por hacerlo con las manos. Es totalmente lícito y hasta muy recomendable: la mezcla que irá formándose es algo dura de trabajar y es más fácil de trabajar.

Coloca la masa hecha una bola encima de una superficie enharinada y cúbrela con un rectángulo grande de papel de hornear (así no se te pegará el rodillo a la masa). Sitúa el rodillo encima del papel y estira la masa. Puedes hacer las galletas finas o gruesas, eso depende de ti. Si las haces más bien gruesas hornéalas un par de minutos más. Corta la masa con el cortapastas. Coloca los corazones encima de una bandeja de horno previamente forrada de papel de hornear y enharinada. Sepáralos bastante, ya que al hornearlos se hinchan y se quedarán pegados los unos a los otros si no les das espacio.

Hornea durante unos diez minutos. Saca y deja enfriar sobre una rejilla.

Tortitas americanas para el desayuno

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Esta receta y la anterior son perfectas para un desayunar a lo grande. Nada de media tostada y un café rápido. Hablo de un desayuno de los que necesitan una siesta después, como por ejemplo unas sabrosas, dulces y esponjosas tortitas americanas, a las que les puedes echar lo que te venga en gana: nutella, salsa de frutos rojos, miel, limón y azúcar. Las opciones son infinitas.

Yo me decanté por dulce de leche, nada menos. El resultado fue espectacular: ¡estaban buenísimas! Y –ya ves tú- son los ingredientes más simples del mundo: un poco de harina, pero combinados de esta manera parece que los planetas se hayan alineado en tus papilas gustativas. ¡A por ellas!

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Ingredientes

  • 250 ml de leche entera
  • 2 huevos
  • 50 gr de azúcar
  • 1 cucharada de aceite
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 200 gr de harina
  • 1 sobre de levadura
  • Mantequilla para engrasar la sartén

 

Preparación

Se hacen en quince minutos y son fáciles re-fáciles. Merece la pena levantarse un ratito antes y darse un homenaje para desayunar 🙂

Mezcla el azúcar, el huevo y la vainilla hasta que se forme una masa espumosa. Añade la leche, el aceite, la harina y la levadura y remueve hasta que la mezcla esté homogénea.

Calienta media cucharadita de mantequilla en una sartén. Cuando esté caliente la sartén, vierte una cucharón de mezcla en la sartén. A los pocos segundos verás cómo empieza a cuajar la masa. Cuando esté más o menos cuajada, dale la vuelta a la tortita. Cuécela durante un poquito más y sácala de la sartén con una espátula.

Repite la operación con las tropecientas tortitas que le siguen. Rellena a tu gusto.

Bizcocho integral de yogur

bizcocho yogur

 

Este es el bizcocho de toda la vida. Ese que con la misma medida del vasito de yogur medías la harina, el aceite y el azúcar. Solo que en lugar de harina blanca utilicé una mezcla a partes iguales de harina ecológica integral y harina de maíz. Me gustaría decir que fue porque quería que la maizena dotara a mi bizcocho de esponjosidad a la vez que la harina integral lo tornaba más sabroso, pero no fue por eso. Simplemente me quedé sin harina blanca y decidí utilizar esa mezcla porque era lo que había por casa en aquel momento. Pero la verdad es que conseguí justamente ese efecto.

La receta de bizcocho de yogur se prepara rapidísimo, no más de quince minutos, más horneado. Os animo a que sacrifiquéis un ratín por la noche para disfrutar de un desayuno que uhmmmmm.

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Ingredientes

  • 1 yogur de limón
  • 3 huevos
  • 100 gr de aceite de oliva
  • 230 gr de azúcar moreno
  • 120 gr de harina de maíz
  • 125 gr de harina integral
  • 1 sobre de levadura

1 molde para bizcocho

 

Preparación

Sencillo, sencillísimo.

Precalentamos el horno a 180 grados.

Mezclamos en un cuenco los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa. Añade el yogur, las dos harinas, el aceite y la levadura y remueve hasta que todos los ingredientes estén incorporados.

Vierte la mezcla en el molde previamente forrado de papel de hornear.  Hornea durante una media hora o hasta que la masa haya subido y esté dorada.